Uno de los principales problemas a los que se enfrenta cualquier propietario que pone en alquiler su vivienda es el riesgo de impago, para ello, las compañías aseguradoras ofrecen la posibilidad de contratar un seguro de impago de alquiler, una alternativa que conviene conocer para estar protegidos frente a cualquier problema con nuestro inquilino.

En Finques Rodés te explicamos todas las claves para saber cómo funciona un seguro de impago de alquiler.

Tal y como su nombre indica, el seguro de impago de alquiler es una póliza específica que proteje al propietario ante cualquier inquilino moroso y que incluye entre sus coberturas el pago mensual de la renta hasta el número máximo de meses que se hayan establecido en la propia póliza.

Además de esta cobertura principal, un seguro de impago de alquiler suele incluir las siguientes coberturas:

  • Cobertura para recibir el pago de las rentas mensuales en caso de impago.
  • Cobertura jurídica con asesoramiento experto de profesionales del sector.
  • Cobertura para poder reclamar todos los daños causados por terceros.
  • Cobertura para reclamar daños materiales o desperfectos que el inquilino haya producido.
  • Gestión de cambios de suministros y de documentos legales.
  • Cobertura para recibir compensación por impago de suministros.
  • Compensación por pérdida del alquiler en caso de inhabitabilidad del inmueble, así como en gastos de limpieza del inmueble.

Una de las ventajas principales de contratar un seguro de impago de alquiler es que la compañía aseguradora realizará un estudio de solvencia económica del inquilino, por lo que contamos con una garantía extra con respecto al pago de las mensualidades.

Lo más habitual es que sea el arrendatario quien pague este seguro aunque puede haber un acuerdo entre propietario e inquilino. A pesar de que no se puede obligar a un inquilino a contratar este seguro, sí que se puede solicitar como requisito para realizar el alquiler.