Normalmente, la gente suele decantarse por una hipoteca fija o por una hipoteca variable, pero existe una hipoteca que aúna las características de ambas, es la hipoteca mixta.
En Finques Rodés te explicamos cómo es la hipoteca mixta y cuándo es conveniente.
La hipoteca mixta funciona como cualquier otro tipo de hipoteca, es decir, el banco financiará normalmente hasta un 80% del valor de la vivienda, ofrecerá un período de devolución entre los 30 y los 40 años e incluirá las comisiones de apertura o de amortización anticipada, dependiendo de la entidad bancaria, pero lo que realmente la diferencia de las demás, es que cuenta con unos años de interés fijo, que suelen ser los primeros, entre 5 y 20 años en los que se paga la misma cuota, y posteriormente se convierte en un interés variable, que se calcula con el diferencial más el Euribor para el resto del plazo de amortización.
La ventaja principal es que la hipoteca mixta tiene un interés fijo inferior al de una hipoteca fija convencional, por lo que los primeros años podemos pagar una cuota fija con un precio más económico. Sin embargo, esa seguridad termina en el momento en que la cuota fija pasa a ser variable, algo que solo se puede calcular cuando realmente vayamos a pagar este tipo de interés.
Por eso, lo más importante antes de elegir esta hipoteca es analizar tanto el interés variable como el fijo y las comisiones, así como las vinculaciones que ofrece el banco, que no son obligatorias desde la ley hipotecaria en 2019 pero que probablemente, mejoren las condiciones de la hipoteca, así como el plazo máximo de devolución.
En general, las hipotecas mixtas suelen ser más adecuadas para aquellas personas que puedan beneficiarse de poder pagar una cuota fija durante los primeros años y ahorrar durante ese periodo de tiempo para una vez llegado el tramo variable, amortizar la deuda anticipadamente y reducir los años de interés variable.