Por mucho que busquemos en el mercado, es complicado encontrar un producto que llegue a dar tanta rentabilidad como comprar una vivienda para invertir.

 

En Finques Rodés te explicamos cómo se calcula la rentabilidad de una vivienda.

 

La rentabilidad de una vivienda tiene que ver con las ganancias que vamos a poder obtener una vez que se ponga la vivienda en alquiler, es decir, que la inversión de la compra puede generar ingresos. Sin embargo, la rentabilidad depende de varios factores entre los que se incluyen el precio de venta de la vivienda y cuál es el precio del alquiler que vamos a poner.

 

La fórmula para poder obtener la rentabilidad es dividir los ingresos del alquiler entre el precio de la vivienda y multiplicarlo por 100, no obstante, esto nos va a dar una rentabilidad bruta del inmueble, si lo que queremos calcular es la rentabilidad neta hay que sumar los gastos de la vivienda donde se incluyen las cuotas de la comunidad de propietarios, el IBI y los seguros, entre otros, y restarlo de los ingresos.

 

Otra forma de conocer la rentabilidad de un alquiler de un inmueble es atendiendo a la fórmula que establece el Banco de España, con la que se puede obtener la rentabilidad total de una vivienda mediante el cálculo de sumar la rentabilidad del alquiler y la subida del precio de la vivienda, que sería la plusvalía en caso de querer vender el inmueble.

 

La rentabilidad de una vivienda siempre varía dependiendo del precio de la vivienda y del precio del alquiler, ya que un alquiler que permanece estable con un precio de vivienda incrementándose significa una disminución en la rentabilidad y en el caso contrario, con un precio de vivienda estabilizado y un aumento en la renta del alquiler se incrementa la rentabilidad.

 

No obstante, además de estos cálculos siempre hay que tener en cuenta otros riesgos que afectan a este tipo de inversiones, como por ejemplo, no encontrar inquilinos, lo que supondría una pérdida de ingresos mientras que se tienen los mismos gastos.