Suele ser bastante habitual comprar una vivienda en pareja, y para estos casos, algunas entidades bancarias permiten la posibilidad de realizar una hipoteca para este perfil de solicitante.

En Finques Rodés te explicamos en qué consiste la la hipoteca compartida y cuáles son sus ventajas y desventajas.

La clave de una hipoteca compartida es el hecho de que figuran más de un titular en el contrato, es decir, varias personas comparten la titularidad del préstamo. Funcionan de manera similar al de las hipotecas con un solo titular pero en las compartidas, cada titular paga una cuota mensual, que dependerá de lo que se contrate con el banco.

No obstante, una hipoteca compartida es solidaria, es decir, que todos los titulares que figuren en el contrato tendrán que responder por el total del pago aunque se haya establecido una cuota determinada para cada titular. Esto significa que si hay algún impago por parte de alguno de los titulares, la entidad bancaria reclamará el total de la deuda al resto, que deberá asumir los pagos.

Las ventajas de una hipoteca compartida son poder contar con varios pagadores, lo que aporta mucha más seguridad y al mismo tiempo, supone una mayor facilidad para poder conseguir la hipoteca, ya que el banco asume un menor riesgo de impago y además se puede acceder a una mayor financiación.

Las desventajas de una hipoteca compartida son que en el momento en que uno de los pagadores no pueda asumir su cuota, es más complicado hacer frente a la cuota total con un solo sueldo. Asimismo, si alguno de los titulares quiere dejar la hipoteca, es más complicado deshacerse de ella puesto que es un préstamo concedido para varios pagadores y probablemente la entidad nos obligaría a renegociar las condiciones de la hipoteca.

No obstante, hay algunas soluciones para que un titular salga de una hipoteca compartida: la más sencilla, vender la vivienda y cancelar la hipoteca, que alguno de los otros titulares compre la otra parte de la vivienda o realizar una extinción de condominio.