Puede llegar un momento a lo largo de los años en los que estamos pagando una hipoteca, en el que nos planteemos si hay posibilidad de mejorar el interés o cambiar ciertas condiciones, pues todo esto es posible gracias a la subrogación.

En Finques Rodés te explicamos en qué consiste y cuáles son las ventajas de realizar una subrogación hipotecaria.

La subrogación hipotecaria se puede dar de dos formas: como subrogación de acreedor, en la que se cambiaría la hipoteca de un banco a otro y como subrogación de deudor, en la que se sustituye al titular de la hipoteca.

Cuando se cambia una hipoteca de banco se pueden mejorar diferentes condiciones entre las que se encuentran:

  • Modificar el tipo de interés, con el objetivo de abaratar el precio de las cuotas. En este caso se puede cambiar el índice de referencia por ejemplo de IRPH a Euribor, en el caso de continuar con una hipoteca variable o pasar la hipoteca de variable a fija.
  • Eliminar vinculaciones y comisiones, de manera que se puedan abaratar costes en comisiones, como la de amortización anticipada o en productos adicionales que no necesitamos.
  • Cambiar el plazo de devolución, tanto para acortarlo como para extenderlo, dependiendo de nuestra situación financiera actual.
  • Salir de cláusulas potencialmente abusivas.

La subrogación de una hipoteca puede ser útil en dos casos concretos:

  • Si tenemos una hipoteca variable, considerando el incremento del Euribor puede ser el momento de pasar de hipoteca variable a fija y pagar una cuota estable.
  • Si tenemos hipoteca fija, siempre se puede intentar rebajar el tipo de interés cambiándolo a otro banco.

No obstante, antes de realizar cualquier tipo de subrogación, siempre hay que informarse de cuáles son las condiciones que ofrece cada banco y cuáles son los beneficios que vamos a obtener, por eso, siempre conviene valorar diferentes opciones en diferentes entidades y elegir aquella oferta que nos beneficie más.